Es un sábado cualquiera después de una semana de mucho estrés.
Te sientes cansada, emocionalmente agotada y lo único que te apetece es tirarte en el sofá.
Sin embargo, conoces bien lo que necesitas. Por eso te pones las zapatillas, te vas al bosque y después de 2 horas de paseo te sientes como nueva.
¿Sabías que esto que acabas de hacer tiene un nombre y que sus beneficios para tu salud están comprobados?
Shinrin Yoku, la técnica japonesa de los baños curativos de bosque
La intuición nos lo lleva diciendo tiempo, pero es la cultura oriental la que ya en 1982 confirmaba el poder curativo de una inmersión forestal.
El antropólogo Yoshifumi Miyazaki, uno de los pioneros en esta corriente, defiende que «en el día a día, es posible alcanzar una sensación de bienestar al sincronizar nuestros ritmos con los del medio ambiente».
Lleva realizando estudios desde 2004 con más de 600 personas y sus investigaciones demuestran que, frente a los paseos por la ciudad, los baños de bosque disminuyen en un 12,4% el cortisol (conocida como hormona del estrés) y un 1,4% la presión arterial.
Además, el contacto con la naturaleza aumenta la actividad en áreas del cerebro vinculadas a la empatía y las emociones.
La traducción literal de Shinrin Yoku es ‘absorber la atmósfera del bosque’ y sostiene que estos paseos mejoran la salud, el bienestar y la sensación de felicidad de quienes los recorren.
En Japón, ya son más de dos millones de personas quienes practican este sencillo y eficaz recurso terapéutico.
¿Cómo darte un baño de bosque para que sea efectivo?
No necesitas ninguna invocación ni ritual ni abrazar árboles (pero hazlo si sientes el deseo).
Tampoco recorrer una distancia determinada ni hacer un gran esfuerzo físico y, aunque suene contradictorio, ni siquiera es imprescindible tener un bosque a mano.
Cualquier espacio natural abierto es válido.
Solo necesitas cumplir 3 requisitos: dejar en casa las prisas, poner los cinco sentidos en lo que estás haciendo y disfrutar del silencio.
Sin estímulos externos, ni móvil ni conversaciones. Escuchando los sonidos, atenta a las sensaciones, los aromas y las texturas de las plantas.
Observando la tonalidad de verdes y marrones, cómo los rayos de sol se filtran entre los árboles y los sencillos cambios que se van produciendo a tu alrededor.
Solo con esto, ya estás fortaleciendo tu sistema inmunológico y reduciendo el efecto de la ansiedad, el estrés y las emociones negativas.
Ya ves, tan simple como darte un paseo por la naturaleza y respirar.
Eso sí, si tienes la oportunidad, igual que en una clase de yoga y meditación (sobre todo al principio) se recomienda tener una persona que guíe la práctica, también es lo mejor en este caso.
Ellos saben las claves para sacar el máximo partido a la experiencia.
En cuanto a si hay un tiempo establecido o no, lo cierto es que no lo hay. Algunos estudios defienden que los efectos pueden notarse a partir de 15 minutos.
Sin salir de casa
Para sacar el máximo partido a los beneficios del Shinrin Yoku, en Nasei hemos creado un aceite corporal tonificante con el aroma y los principios activos del saúco, el eucalipto y el ciprés.
Reconforta tu piel y evita la sequedad.
Gracias a las propiedades de:
- Las semillas de saúco que calman y curan la piel del frío.
- El eucalipto para estimular la circulación y tratar la dermatitis.
- El poder tonificante y diurético del ciprés.
Todo, aderezado con un toque de canela. Una mezcla poderosa que te ayudará a reducir el estrés, a liberar tensiones y te llevará a un estado profundo de relajación.
Para su aplicación, utiliza la misma filosofía de los baños: inhala con calma y tómate tu tiempo para masajear el aceite por el cuerpo.
Absorbe el bosque en todos los sentidos. Enseguida notarás como tu piel y tu bienestar mejoran de forma significativa.
